¿Qué tal, cómo estás?, creo que estás muy bien, quiero suponer, porque no sé ya nada de ti, no puedo mentir, y decir que no me hace feliz del todo en mi persona que así sea. A ratos quisiera que me necesitaras para poder ser feliz completamente.
No va a suceder, lo sé, simplemente que hoy es de esos días, que siquiera sin darme cuenta empiezo a pensar en ti una vez más. No es que desee pensarte, pero siempre hago lo mismo. Dejar que entres a mis jodidos pensamientos como si nada… como si mi mente me dijera, ¡dale cabrón! Vuelve a lo tuyo, a lo que te sale bien, qué es pensar en ella. Dóblate internamente y disfrútala, disfruta esos pensamientos que te duelen y te hacen sufrir.
Es como si me dijera a mí mismo: “vuélvelo hacer”; y lo hago, porque recordarte viene acompañado de nostalgia, de sentimientos que ya no sé qué hacer con ellos. Tristeza, alegría, enojo, mentadas de madre a mí mismo porque ya no debería de pensarte. Pero es que pensarte también es bueno, pensarte a mi manera, es hasta recordar y captar tu olor escuchar tu voz y sentir tus labios ¡No miento!
Mira, aquí estoy una vez más, escribiéndote, sin que ni siquiera lo notes, ni te interese, perdí tu atención. Perdieron el efecto las cartas románticas y las dedicaciones de canciones mejor ni hablamos.
Quiero verte, quiero verte como no tienes una idea, quiero abrazarte, quiero besarte, quiero hacerte el amor. Pero no puedo verte, no puedo abrazarte, pero no puedo besarte, y mucho menos hacerte el amor.
No es lo que me duele, lo que me duele en verdad es pensar que alguien más puede estarlo haciendo, y lo hace, no sé, malditos pensamientos hijos, que putas me tiene que interesar si te besa un cabrón. Si te abraza, yo lo hice muchos años, pero tampoco lo hice mucho tiempo aun teniéndote cerquita a mí. Igual tú, perdimos mucho tiempo juntos, que iluso fui. Nos llenamos la cabeza con trabajo, con estrés, con problemas personales, sin darnos cuenta que muchas veces los llegamos a solucionar juntos. Que pendejos fuimos. Olvidamos el efecto que tenían esos besos iniciales de nuestra relación. Alguna vez dijiste, “quisiera que todo fuera como antes”, yo también, y no lo era, nos olvidamos que no lo eran por causa de nosotros mismos, que dejamos ir muriendo muchas cosas. Pero también iban naciendo algunas otras, sin el otro. El tiempo se fue, el tiempo ha pasado, sigo sin ti. No mata, claro que no, ya pasó muchísimo tiempo sin pensar en ti, sin darme cuenta, ya no invades mis pensamientos cuarenta y dos veces al día, hoy solo lo haces cuarenta, espero no dejar de hacerlo, porque no quiero, sí quiero pensarte, ¿Quién no quiere pensar en lo mejor que le pasó en su vida en su momento?
¿Qué extraño es esta cosa de querer no? Me duele y me molesta pensarte, pero quiero pensarte al menos cuatro veces al día. No sé si todavía te quiero, no es que me haga falta quererte, me haces falta tú, y solo así te puedo tener cerca, solo así puedo platicarte como va mi día, como salió el trabajo, así puedo pensar que puedes estar conmigo aquí, como estuviste millones de veces y te abrazaba sin un mañana.
Ya ni pedo, no estás

Una parte de mí siempre está contigo.
ResponderEliminarLas partes funcionan cuando se completan.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar